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INTRODUCCIÓN:

 

 

La poesía no nos es ajena, cualquiera de nosotros, seres agraciados con el lenguaje,  somos en potencia poetas, cantaores, trovadores, raperos de nuestro tiempo. El estudio de la poesía, de la literatura, pueda que sí exija una mayor dedicación o motivación, una vocación, un compromiso disciplinario o profesional pero el entregarnos a la apreciación de los versos, de su lectura,  o a su creación  nos puede venir dado por la inspiración entendida esta no como una mística conmoción artística – una posesión misteriosa de alguna musa o divinidad estética -  sino como la emoción o la sensación que  nos produce un atardecer, un paisaje, la conversación con un amigo, un cuadro, una injusticia, un arrebato, una lucha, una tristeza, una pasión, un desamor y que tenemos una profunda necesidad de comunicarla recurriendo a las palabras que utilizaremos como materia prima de nuestra creación, de nuestro discurso. La poesía será esa forma que le demos a nuestras palabras, el cosmos, el orden,  que creemos de su caos.

Miguel Hernández (1910-1942), el poeta cabrero, como él mismo alguna vez se definió, y uno de los más importantes poetas en lengua española del siglo XX – los estudiosos lo adscriben a la Generación del 36, aunque él convivió y compartió derroteros poéticos con la Generación del 27 - es una muestra de cómo la poesía no sabe de cunas o no está necesariamente adscrita a ámbitos académicos. Su trayectoria vital, desde su humilde origen de pastor de cabras en su Orihuela natal - ávido de expresar sus emociones y pensamientos, al igual que aquellos poetas que leía en los campos o en las faldas de los cerros - hasta su fervor por defender el orden republicano en la Guerra Civil Española de 1936-1939, posición que lo llevó a la muerte en una cárcel de Alicante, es una muestra de que la poesía se puede hacer desde distintas trincheras o realidades. Pronto entendió que la vida es una fuente inagotable de poesía.

Ahora, vamos a adentrarnos en sus versos a través de algunos cantantes contemporáneos que han interpretado a su manera, según su perspectiva y estilo, algunos poemas del poeta oriolano. Esta fue una manera de recuperar el legado poético de Miguel Hernández  que durante el franquismo estuvo prohibido por una censura ideológica e implacable. Y conoceremos también su vida, de sus avatares existenciales, de la prisión y penurias que vivió por su activismo político, por defender el orden republicano de la primera mitad de la década de los treinta del siglo XX; y cómo su vida y su tiempo fueron fuente para su creación. A través de la lectura de sus poemas aprenderemos también a valorar la riqueza de su poética, de su forma.

El desarrollo de esta WebQuest se llevará a cabo en cinco sesiones que tendrán lugar en el aula de informática las tres primeras, la cuarta  en el aula de informática y otros espacios del centro y la quinta en el aula de informática.

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