CONCLUSIón

 

¡Enhorabuena, habéis trabajado muy bien! La censura franquista solo acalló por un tiempo los versos del poeta oriolano. Hemos visto que tras ese silencio impuesto en tierras peninsulares sus versos volvieron a los cantos, a los libros, a la gente. Y ahora gracias también a vuestro trabajo la poesía de Miguel Hernández sigue viva entre nosotros. Al igual que muchos artistas habéis  contribuido a que la fuerza de su poética perviva. Habéis aprendido a que cada uno puede sentir de una manera particular la poesía y que cada uno puede ser capaz de expresar desde sus vivencias, desde su arte o dote, a su estilo, las sensaciones y emociones, las reflexiones, que ella nos genera.

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